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Día Mundial del Lupus – por Iria Quintáns

Día Mundial del Lupus – por Iria Quintáns

9 meses dentro (+1 semana, para ser exactos), 9 meses fuera. Esta semana de mayo tienen lugar dos fechas importantes en nuestras vidas, hija. Por un lado, porque cumplirás 9 meses y lo celebraremos por todo lo alto. Esto no te extrañará, pues ya sabes que para mamá cada minuto es una celebración y tus cumplemes siempre son días todavía más especiales. Son para mí un gran GRACIAS por tenerte en nuestras vidas.

Y por otro lado, porque el día 10 de mayo  se celebra el Día Mundial del Lupus. Ya sabes, ese lobo que mamá lleva dentro y que a veces se despierta… Esas mariposas que revolotean por las mejillas de mamá y que acaricias con tus manos, suaves e inocentes.

¡Ah! Se me olvidaba… y nueve meses con la teta.

Llegaste al mundo de una manera precipitada, casi sin avisar. Eras curiosa ya en la barriga y decidiste que, oye, ¿para qué esperar más? Había mucho por descubrir aquí fuera… Entre otras cosas, tu tetita.

Me sorprende que tus primeras palabras hayan sido mamá o papá, cuando una de las frases que más hemos escuchado ha sido: ¿puedes darle pecho? ¿todavía le das pecho? Así que si un día, como quien no quiere la cosa, lanzas una de estas preguntas, no me parecerá extraño. Aunque quizás recuerdes la respuesta de mamá y lances un “pues claro” como dardo envenenado.

Y es que hija mía, acostúmbrate a que todo el mundo opine, pregunte, se-meta-dónde-no-le-importe. Así es el mundo de los adultos.

Echando la vista atrás, aún recuerdo tus comienzos con la lactancia materna. Tu madre estaba más perdida que todas las cosas… De preparación pre parto nada, bastante tenía ya con poder caminar o comer durante el final del embarazo porque el lobo andaba más despierto que nunca y las mariposas habían dejado su impronta por todo mi cuerpo… Así que digamos que me tenía que apañar con una especie de infografía que estaba colgada en la pared de la habitación del hospital, con fotografías sobre el agarre correcto. Te juro que ha sido de los momentos en que más inútil me he sentido, ya que por más que giraba la foto, no entendía nada. Entre eso y los micro consejos en menos de dos minutos del personal sanitario, algo sí que logramos: ¡grietas de regalo! No está mal, ¿eh?

Lejos de desesperarme, acudimos con papá al taller de lactancia y echamos mano de la voz de la experiencia de algunas mamis y amigas que habían pasado por lo mismo. Y desde luego, dijimos adiós a las grietas y hola al agarre perfecto.

Pero dijimos también hola a las noches sin dormir: ¡bienvenidas crisis de crecimiento! Adelante, siéntese como en casa. Y así fue. Recuerdo perfectamente como le decía a tu padre que era imposible soportar muchos días más esa situación, que el ser humano no podía estar preparado para algo así. Teta, teta y más teta. Error. Sí estás preparada, lo vives y lo superas, como otras tantas cosas. Y pasas a la siguiente nueva etapa: el rechazo de la crisis de los tres meses. Aunque llegó más tarde, porque otra cosa que aprendes es que no todos los bebés sois iguales, algo obvio pero que a menudo a los padres se nos escapa.

Y de nuevo, la superas. Pero la superas porque tienes la información necesaria para entender lo que está pasando (¡gracias chicas de LactApp y madres, compañeras y amigas!) y porque contaba con el apoyo necesario.

Por otra parte, muchas mamis estarán de acuerdo conmigo en lo siguiente. Hay bebés que a vista de los demás comen poco o duermen mal…U otras situaciones, como la mía, en las que el problema lo tengo yo: pérdida de peso, de cabello… Sea como sea, todo el mundo se encarga de echarle la culpa a la lactancia. Sí, hija a tu teta. Como si el resto de factores que acompañan a ese bebé o a esa madre desapareciesen del mapa y la única culpable aquí sea la teta (y ya de paso te hacen sentir a ti como la máxima responsable porque eres tú quien ha decidido lactar a tu bebé).

Pero la realidad es que por ahora ni la enfermedad, ni las opiniones de los demás han estado por encima de nuestros deseos. Y es que la lactancia es mucho más que crisis, grietas, noches sin dormir… Es nuestro momento de conexión, nuestro refugio, nuestro aliento para seguir con el día a día. Es ante todo el respeto hacia nosotras mismas, por nuestros deseos y convicciones, por no ceder ante lo que el otro ve mal o no entiende.

Así que hija mía, brindemos (con agua, claro) por al menos ¡9 meses más!

Iria Quintáns

www.iriaquintans.com — Instagram Facebook

Ser madre me ha dado otra perspectiva de la vida. Ha sido como volver a nacer, como volver a aprenderlo todo. Pero en familia. Soy Iria Quintáns, Dietista-­‐Nutricionista, emprendedora y apasionada de todo lo que hago.


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