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El biberón de la vergüenza

El biberón de la vergüenza

Miradas que se clavan, cabeza agachada, te haces pequeñita, y rápidamente, tratando de que se vea lo menos posible, preparas un biberón. Termo con agua caliente, polvos, lo mezclas y alimentas a tu bebé, mientras le miras a los ojos y le aprietas contra ti, con ese nudo en la garganta de la madre juzgada, avergonzada.

Lo reconozco, así viví bastantes tomas de Pajarin. Dar un biberón cuando tu deseo más profundo era y es dar el pecho, es muy duro.

Lo de “sacarme la teta” en cualquier lugar y a cualquier hora lo llevaba bien, era un orgullo, me sentía poderosa alimentando a mi hijo, ofreciéndole lo mejor.

Sin embargo, cuando llegó el biberón, todo cambió. Y he de decir que he preparado y ofrecido biberones en lugares muy dispares, desde una reunión de “La liga de la leche”, hasta un banco en una de las calles más céntricas de Madrid. Había momentos en los cruzaba los dedos y deseaba con todas mis fuerzas que Pajarin durmiera o estuviese entretenido, que no demandara comer, por el simple hecho de evitar sacar el biberón.

Eso sí, siempre que era posible, me justificaba y contaba mi historia (puedes leerla aquí). Necesitaba que el mundo supiera porqué daba biberón y no teta, seguir convenciéndome a mí misma de que había hecho todo lo que había podido por procurar el mejor alimento a mi hijo.

Hace unos días, a raíz de la publicación de mi primer post en LactApp, recibí un correo que me revolvió por dentro y que entre otras cosas, me contaba esto:

“Me da vergüenza sacar el biberón en público y cuando me preguntan si le doy el pecho, bajo la mirada y murmuro un tímido “sí…”, por miedo que al decir la verdad alguien me juzgue.” (Gracias, si me lees, por tu correo y tu sinceridad).

Me sentí tan identificada…, y sé de otras madres que también habrían hecho suya esta frase. De ahí que haya pensado que era necesario escribir sobre ello.

Un biberón puede esconder realidades muy distintas, generalmente situaciones complicadas y dolorosas:

Separaciones prolongadas madre-bebé tras el parto.

  • Partos traumáticos, instrumentales, con dolor físico en madre y/o bebé.
  • Bebés prematuros y/o enfermos en unidades de neonatología que no practican el método canguro, que marcan horarios y que incluso mandan a los padres a dormir a casa.
  • Enfermedad de la madre, operaciones previas o intervenciones incompatibles con la lactancia.
  • Información falsa sobre incompatibilidad de medicamentos con la lactancia materna
  • Depresión postparto, falta de apoyo del entorno en la crianza y la lactancia.
  • Información errónea ofrecida por especialistas poco informados y formados en los que la madre deposita su plena confianza. O directamente falta de información.
  • Dolor en la madre al dar el pecho: grietas, mastitis, obstrucciones, etc; y falta de tribu, desconocimiento o inexistencia de grupos o personas a las que acudir.

¡Ojo! Que dar biberón también puede ser la opción de madres informadas, que por sus circunstancias o simplemente porque así lo deciden, optan por alimentar a su bebé de este modo.

Por lo tanto, si ves a una madre dando un biberón, trata de mirar más allá, es probable que haya una historia detrás.

Lo importante es que seamos libres para decidir, y que lo hagamos con información veraz y suficiente. Y que si las circunstancias son las que deciden por nosotras, las aceptemos, sin juzgarnos y sin sentirnos juzgadas.

Perdonarse, dejar de castigarse, de sentirse “mala madre”. El amor, el contacto, las miradas,… Dar el biberón puede convertirse también en un momento único y vuestro, un momento en el que se cree esa conexión tan especial.

No te culpes, eres la mejor madre para tu hijx, y estoy segura de que él/ella lo sabe.


Raquel Oviedo, “Mamá Hipogalactika”

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Soy Raquel, inconformista, soñadora y una versión mejorada de mi misma desde que me convertí en madre.

Mis problemas con la lactancia y un posparto complicado me llevaron a crear un blog y un perfil en redes sociales donde compartir mis vivencias y acompañar y sentirme acompañada por otras madres en el camino de la maternidad y la crianza.

Actualmente estoy en pleno proceso de formación para encauzar mi vida profesional hacia aquello que me apasiona: el acompañamiento a familias en temas como lactancia, porteo y sueño entre otros.

Pajarin (mi hijo) es mi gran maestro y el principal culpable de mi “gran revolución”. Una nueva forma de mirar el mundo, vivir la intensidad del hoy que no vuelve, bajar el ritmo, y ante todo, disfrutar.


6 comentarios en «El biberón de la vergüenza»

  1. Pues sí, es un sentimiento terrible querer y no poder, yo aún sigo en el tunel de la lactancia mixta obligada, de dar explicaciones,de salir corriendo cuando veo que el peque empieza a tener hambre,evitar hacer fotos con el biberón, de sólo salir de casa cuando he juntado para un biberón de mi leche,…por lo menos ya no lloro todos los días de la pena y puedo empezar a disfrutar de otras facetas de la maternidad.Intento pensar que todos los niños dejan de tomar teta tarde o temprano,es temporaly que lo único que importa y que durará para siempre es lo mucho que le quiero, y eso ayuda, al igual que saber que no eres la única que pasa por esto, gracias por el artículo!

  2. Hola! También está lo del aumento de pecho…pero…tuve la solución, el maravilloso relactador, aún sigo, casi 5meses y los que hagan falta, por si alguien le ayuda, es posible:)

  3. Me alegro muchisimo haberme encontrado con este articulo q al leerlo me calma, me tranquiliza me ayuda a digerir lo q aun y a veces me oprime la garganta y hasta mi alma…Me siento totalmente identificada con ese sentimiento de derrota y de culpabilidad…Pero despues pienso q en mi caso, donde hay cierta culpabilidad pq no me informe debidamente durante el embarazo si mi deseo era dar el pecho, tambien creo q los propios profesionales se estan cargando la lactancia…Y lo digo con la boca muy grande pq si tan importanre es lactar deberian ponerse todos de acuerdo y no crear tanta confusion q en caso de madres primerizas o desinformadas causa mucho daño pq al final se frusta lo q mas anhela, dar el pecho a tu hijo…Y en mi caso me quejo de q en las clase prenatales no te digan tantos inconvenientes q pueden surgir al lactar como grietas, mastitis, obstrucciones y un sin fin de cosas. Y por ultimo decir q con el tema de dar pecho hay mucha presion social q nos hace sentir el peor de los sentimientos…Gracias por escribir este articulo!!!

  4. Totalment indentificada, sentir que no puedes que lo has intentando todo y a pesar de eso le tienes que dar biberon. Pero lo peor son las miradas , las explicaciones que tienes que dar… yo ahora lo he aceptado pero lo he llevado muy mal

  5. Me siento muy identificada con este post.
    Y doy gracias por leerte porque me siento mejor al ver que somos muchas las que pasamos por esa situacion.
    En mi caso hice lo posible por darle el pecho ya que hoy en día si no lo haces te sientes “mala madre” pero quizá deberían contarte todo lo bueno y malo que tiene.
    Por desinformación tiras la toalla y te sientes culpable porque no le estas dando a tu hijo “lo mejor” pero quizá lo mejor es sentirte bien tu para que el este bien también. Yo poco a poco e ido aceptando lo pero créeme que me sentiendas culpable cada vez que llegaba la hora de la comida y le daba un biberón.

  6. Muchísimas gracias por el post. Me he considerado mala madre por no haber conseguido darle el pecho, estuve 4 meses con la lactancia diferida, pero hubo un momento que era o el sacaleches o el bebe. Al final opte por estar más con mi niña, ya que con cada biberón estaba una hora sacándome la leche.
    Aún sigo dando todas las explicaciones cuando me preguntan sobre la lactancia por lo juzgada que me siento.

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